En segundo lugar, la colocación de los azulejos en distintos patrones ofrece múltiples posibilidades para ser creativo: formas irregulares, en espiga, contornos y colores distintos… Experimentar con las formas es sin duda lo que necesitamos para llegar a esa meta, a veces algo difusa, de “lo moderno”. Y tampoco está de más abrirse a la opción de combinar materiales: cerámica, maderas, ladrillo, mármol, pizarra…

algunas propuestas

• Mar o escamas: azulejos semicirculares de colores intensos para dar un aire fresco.
• Ajedrezado: o lo que es lo mismo, la combinación entre un pavimento en blanco y negro y revestimientos blancos.
• Combinados: se trata de ir mezclando baldosas lisas con otras estampadas. La elección del dibujo nos puede servir para marcar un acento retro o de otro tipo.
• Tipo metro: horizontales, estrechos y biselados, todo un clásico. Dale una vuelta y colócalos en vertical para lograr nuevos efectos.
• Relieves: producen una textura francamente llamativa entre claroscuros.
• Hexagonales: es cierto que son algo más difíciles de instalar, pero el efecto casi de mosaico que se obtiene merece la pena. Además, permiten combinarse con diferentes bordes, colores y texturas.