Comenzando este repaso, cabe señalar que tres serán las tendencias en cuanto a colores. De un lado, el regreso a lo clásico con bordes desgastados, técnicas clásicas de esmalte y patrones tradicionales. Por otro, las consecuencias de la pandemia ponen de moda un retorno a la naturaleza: tonos ámbar, ladrillo, esmeralda, aguamarina, verdes frondosos y colores arcilla. Además, la necesidad de sugerir calma y relajación traerán de vuelta colores pasteles como el salvia, menta, rosa y azul cielo.

mármoles y formas singulares

Si bien el mármol cerámico nunca pasa de moda, este año trae particularmente una mezcla de texturas, acabados y efectos que buscan ante todo el impacto visual. Además, tanto el mármol como otras tipologías se manifestarán con forma de triángulos, diamantes o paralelogramos. Nos referimos a piezas de gran tamaño que pueden complementarse con piezas estándar. Y siguiendo con esa preferencia por los tamaños XXL, veremos murales funcionando como material sustitutivo del papel pintado, con motivos típicos como los estampados florales.