Lo que antes era una estancia puramente utilitaria ahora es prácticamente un centro de operaciones. La cocina ha aumentado de tamaño, es lugar preferente para reuniones en casa y demanda estilo, luminosidad y elegancia. Además, incorpora nuevas tendencias que ya nos suenan, como el mármol o el diseño biofílico, a los que se añaden materiales naturales muy populares como la madera.
Triunfan asimismo los colores terrosos, verdes e incluso negros. Y aparece el gusto por los reflejos, efecto logrado con el uso del acero inoxidable o de la madera bien pulida.
de nuevo el mármol
A pesar de no ser una tendencia nueva, lo cierto es que el efecto mármol está plenamente vigente. En la cocina, su sitio está en la encimera y en la mesa central. Si nos decidimos a aplicarlo, el resultado será una estética moderna y elegante, incluso con una pizca de glamour.
En cuanto a la grifería, elemento básico de toda cocina, el color negro no pierde su estatus de tendencia. Su principal atractivo es una mayor originalidad que los tradicionales en acero inoxidable. Ofrecen además grandes posibilidades para jugar con los contrastes: por ejemplo, si nuestra cocina tuviese muebles blancos, conseguiríamos un efecto muy interesante combinando grifos negros y revestimiento de aspecto mármol en pared y encimera.
Hacer de nuestra cocina un espacio sostenible es otro objetivo para el presente año. No solo se da prioridad a los materiales naturales que mencionábamos más arriba, sino también a conseguir el máximo ahorro energético posible. Así, las griferías que ahorran agua o los electrodomésticos eficientes serán el equipamiento más deseable.