Hace ya varios meses que la actividad de las empresas que componen el sector cerámico está comprometida debido a las constantes fluctuaciones sufridas en ciertos aspectos que intervienen en sus procesos de fabricación, como son las políticas de descarbonización proyectadas, el precio de la energía o su dependencia de ciertos factores externos, poco previsibles y nada controlables como la economía.
Dichas fluctuaciones generan un panorama de inestabilidad que condiciona la competitividad y desarrollo de las fábricas que pertenecen al sector, por lo que la solución al problema pasa por encontrar formas más rápidas y eficientes, capaces de reducir este consumo energético.
La producción automatizada tradicional ya no es suficiente para dar respuesta eficaz a la situación, por lo que la sostenibilidad energética ya no puede considerarse un objetivo a largo plazo.
En este día a día es cuando cobra protagonismo el proyecto GenerTwin, una iniciativa llevada a cabo por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) conjuntamente, cuya finalidad es el análisis de los escenarios productivos y, para lo que están desarrollando un modelo de simulación energético y productivo que analice los procesos industriales.
Hablamos de una red de sensores que, asociados a los dispositivos y la maquinaria de la cadena de producción cerámica, recogerá miles de datos que transmite en tiempo real a la nube generando un montón de datos útiles en procesos de innovación.
Este proyecto supone, por un lado, el desarrollo de algoritmos de optimización de coste energético. A través de ellos se podrán plantear y generar escenarios de ahorro y mejora, tanto energética como productiva. Y por otro, un desarrollo de modelos productivos cuyo precursor será la adaptación de la infraestructura digital necesaria para su posterior conexión en digital con los sistemas la planta cerámica piloto.