Seguro que lo has visto en el pasado año 2019, pero si no tienes claro de qué color estamos hablando sigue leyendo. El color Chartreuse presenta una tonalidad muy intensa conformada entre un 50 % de verde y un 50 % de amarillo. Debe su nombre a un licor que fue fabricado en Francia en 1605.
Su coloración potente y diferente lo hace único y muy expresivo, mágico incluso, ya que su tonalidad se acercará más a uno u otro de los dos colores que lo componen dependiendo de cómo, dónde y con qué cantidad de luz utilicemos los elementos con los que incorporamos este Chartreuse. Esto lo convierte en un precioso tesoro listo para aplicar en decoración.
Aun así, en el uso de este color no cabe el ‘todo vale’, por lo que tendremos que tener cierta precaución y seguir ciertas pautas. La principal es probarlo con la luz exacta que tenga el sitio donde lo vamos a colocar, de esta manera obtendremos el aspecto preciso de cómo lucirá para convertirlo o no en su lugar de instalación definitivo.