Cuando emprendemos la aventura de reformar nuestra vivienda, o bien decidir su aspecto desde cero, existen varios factores a tener en cuenta. Ya os hemos contado en numerosas ocasiones por qué la cerámica es la opción ideal para reformar o rehabilitar.
En primer lugar, el modo en que percibimos el espacio estará afectado por los colores del piso. Los tonos claros lo ampliarán, mientras que los oscuros proporcionan el efecto contrario a cambio de aumentar la elegancia. Por eso es muy importante saber de cuánto espacio real disponemos.
Además, el efecto psicológico del color es siempre relevante: los colores claros proporcionan alegría; los amarillentos, diversión y optimismo; el blanco y beige, pureza; los grises, tranquilidad y frescura; etcétera. Y mucha atención a la orientación de las habitaciones para entender cómo les afecta la luz dependiendo de la hora del día.